Hasta que no hayas amado un animal

parte de ti estará dormida




A nuestra peluda y fiel MARA, que nos dejó cinco meses después de regresar de este viaje.

Nos hizo mejores personas y disfrutamos más de las pequeñas cosas, como ELLA.


Nunca algo tan pequeño ocupó tanto espacio en nuestros corazones y dejó tan enorme vacío....


 Montaje fotográfico-Video: https://youtu.be/M55xj7thnG0


En octubre de 2018, por un error, pierdo la introducción a este relato que me veo obligada a rescribir, aunque ahora, ni siquiera recuerdo si tenía una introducción. Pero eso ya no importa.

Si no lo tenía, ahora lo tiene. Y si lo tuvo, ahora cambia.

Con la perspectiva del tiempo, y después de casi 20 años recorriendo Europa podría decir que es uno de tres lugares que me han marcado junto con Noruega y Sicilia.

Sus paisajes dominados por llanuras desnudas con  la predominancia de ese verde sempiterno en sus distintas tonalidades dista mucho de  ser monótono. Pero también hay otro color que domina: el azul de su océano que lame todas sus costas. Sus gentes, de tierra y de mar, son cálidas, alegres, cercanas.  Rudas, pero comunicativas y amables. Su historia, rica. Su cultura, variada.  Y la música, siempre está presente en sus vidas. Irlanda es dulce, aunque me dejó un sabor amargo. Algo dejé allí. Algo me arrancó esa tierra.

Quizás lo que esa Isla me hizo sentir podría ser expresado en una frase: 
Irlanda, tiene alma.